jueves, 13 de agosto de 2009

Fingir o no fingir el orgasmo?


Sabemos que la respuesta automática es un rotundo ¡Noooo! Aunque cabe la posibilidad de que alguien levante la voz y argumente que hay momentos en los que es válido fingirlo ¿Tú que opinas?
Las cifras son estremecedoras, de acuerdo a la web seres sexuales el 70% de las mujeres han tenido que fingir alguna vez el orgasmo, estas cifras demuestran que sólo el 25% de las mujeres son capaces de alcanzarlo sin estimulación previa, ¿qué pasa con el resto de ellas? Pues todo parece indicar que necesitan un estímulo extra más allá del simple coito, es decir, los preliminares importan.
El problema aparece cuando analizamos las cifras masculinas, para ellos no es problema alguno alcanzar el clímax ya que el 90% lo consigue sin problema alguno, por esta razón podríamos entender porque muchos de ellos van "directamente a lo que van" y se comportan de forma egoísta.
Pero ¿podemos engañar a nuestra
fingiendo lo que no hemos sentido?
Señales físicas
Para poder percatarnos de que nuestra pareja ha alcanzado el clímax en la relación sexual podríamos estar atentos a la revolución bioquímica que se suscita en el organismo, como por ejemplo, sube la concentración de la sangre en los genitales hasta el máximo y durante la fase de resolución se dan contracciones de los músculos de esta zona del
en la que se relaja la tensión sexual.
Estos movimientos son involuntarios y no pueden controlarse, generalmente van acompañados de una sensación instantánea en la que parece que el tiempo se detiene y entramos en una especie de delirio, producto de la endorfina y resto de hormonas que nos generan una sensación placentera que provoca felicidad.
Después de los movimientos espasmódicos viene la relajación total del cuerpo, esto implica que es muy probable que si alguien te levanta un brazo o una mano, ni siquiera tengas la energía para mantenerla en el aire y caiga sobre la
, (sillón o superficie que hayas elegido) como si fuera de plomo.
¿Cuál es el principal órgano responsable de los orgasmos?
Aunque muchos piensen que el secreto mágico se encuentra debajo de la cintura de la mujer, la verdad es que se equivocan ya que el principal responsable de que esta apoteósica sensación ocurra es ni más ni menos que el cerebro. El sistema nervioso central se encarga de detonar los fuegos artificiales neuronales que tanto
causan y que también, porqué no decirlo, pareciera que por instantes disminuyen en gran medida nuestro coeficiente intelectual.
Navegando en la red encontré muchos testimonios de chicas que son expertas en fingir el orgasmo, algunas recomiendan arañar la espalda de la pareja, gritar, moverse más rápido cuando él esté a punto de terminar pero ¿Porqué las mujeres se ven en la necesidad de mentir?, ¿Será acaso que la pareja ejerce cierta presión a nivel inconsciente para que la
logre sentir algo que no conoce o simplemente se finge por no "hacer sentir mal" al otro?
En el diario
20 minutos encontré otro dato interesante, algunos sexólogos opinan que si el 90% de las veces alcanzas el con tu pareja, no está mal que finjas el 10% restante, sin embargo desaconsejan en todo momento esta práctica.

Sabia que los individuos mas altos suelen ganar mas dinero, segun un estudio?

Así es, un estudio que ha sido publicado en la revista The Economic Record revela que los individuos más altos suelen ganar más dinero que sus compañeros de corta estatura.

Por ejemplo, Andrew Leigh, el principal autor del trabajo explica que en Australia medir cinco centímetros por encima de la media (1,78 metros) significa cobrar 950 dólares más al año sobre los demás hombres.

Además la misma investigación que realizó muestra que el índice de masa corporal no afecta en el suelo. Curiosamente, los investigadores empezaron este proyecto para averiguar si las personas con sobrpeso cobraban menos y el resultado fue que se relacionaba más bien con la altura y no con el peso.

Se cree que se relaciona la altura inconscientemente con mayor inteligencia, poder y hasta autoridad. Aunque esto no es cierto, sin embargo muchos se dejan llevar solo por la apariencia y no tanto por el intelecto, una de las muchas injusticias a las que nos enfrentamos.